Aunque es bien sabido que las Oficinas Familiares son cuidadosas y discretas con sus inversiones, la pandemia de Covid-19 ha despertado el interés de grandes y pequeños inversores en sectores específicos, de acuerdo con Rodrigo Besoy Sánchez, destacado asesor financiero.

“No es común que una Oficina Familiar dé a conocer los giros o sectores en los que deciden invertir, sin embargo, el contexto actual les ha favorecido y ampliado sus opciones de inversión en rubros tan inesperados como efectivos”, explica Besoy Sánchez.

Y es que a partir de la urgencia y surgimiento de nuevas necesidades principalmente sanitarias, el especialista detalla que las Oficinas Familiares han encontrado muy buenas oportunidades de inversión en disciplinas vinculadas a la tecnología, salud y cadenas de suministro, por mencionar algunas.

“Desde luego que la tecnología es actualmente un mercado objetivo para inversionistas. Tenemos el caso de Zoom, por ejemplo. La plataforma de videollamadas se volvió esencial durante el punto más alto de la pandemia y así seguirá por un largo tiempo, por lo que sus acciones se encuentran ahora mismo entre las más valiosas del mercado, y según datos de la propia empresa, para finales de 2020 esperan incrementar sus ganancias hasta en un 30 por ciento”.

“Pero así como la tecnología se ha vuelto más necesaria que nunca y es por ello que las Oficinas Familiares buscan invertir en ella, también se encuentran en la mira empresas de biotecnología, las de diagnóstico de atención médica y todo lo que está vinculado a la salud”, detalla Besoy Sánchez.

Otro sector hacia el que el especialista apunta como idóneo para invertir, es el de las cadenas de suministros.

“La pandemia de Covid-19 también trajo desafíos para las cadenas de suministro básico y desafortunadamente, sacó del mercado a aquellas con menor liquidez y al incremento de precios de productos básicos, a consecuencia de la escasez. Esto nos da un panorama claro sobre hacia dónde deben mirar las Oficinas Familiares”, asegura.

“Y esto también es un tema de responsabilidad social, debemos respaldar a aquellos sectores fundamentales para el correcto desarrollo de las sociedad. Tal es el caso de las empresas que operan en favor de las cadenas de suministro. Pueden ser del rubro alimentario, agricultor, ganadero, apicultor, de distribución, empaquetado o aquellas que hagan uso de la tecnología para mejorar estos procesos”, recomienda Rodrigo Besoy Sánchez.