Con el inicio de la reanudación de actividades laborales y comerciales en muchas partes del mundo, tras la pandemia de Covid-19, surge el cuestionamiento sobre cómo lograrán las empresas financiarse en esta nueva etapa de transición hacia la recuperación económica, y es en ese contexto que el especialista y asesor financiero Rodrigo Besoy Sánchez apunta que las Oficinas Familiares tendrán un papel crucial para la reactivación económica global.

“Las Oficinas Familiares muchas veces no son identificadas como parte de los planes de reactivación económica de los países, sin embargo, tendrán un papel muy relevante para que las empresas reinicien sus operaciones y no solo eso, sino que seguramente por la naturaleza de su capital serán pilar para la innovación de nuevos proyectos que obedecerán a necesidades de la nueva normalidad que viviremos”, adelanta el especialista en inversión.

Besoy Sánchez explica que la consolidación de nuevas Oficinas Familiares, así como la expansión y sofisticación de éstas, quedo en evidencia después de la crisis de 2008, cuando replantearon su enfoque y objetivos, para convertirse en inversores estratégicos, innovadores y en competidores de las fuentes tradicionales e institucionales de capital.

“Las Oficinas Familiares mas sofisticadas y prestigiadas en el mundo, visualizaron la existencia de una posible recesión económica que viviríamos a partir de 2020 y finalmente vemos que está ocurriendo. Ante esa posibilidad, decidieron apostar principalmente por la inversión directa en empresas de capital privado y en la profesionalización de sus equipos de inversión internos”, cuenta Besoy Sánchez.

El especialista explica que eso ayudó, aunque sin planearlo, a estar listas para afrontar la crisis financiera que ha dejado la pandemia de Covid-19, y al mismo tiempo, a ser cruciales para la reactivación económica de muchas empresas.

“Lo que se espera para los próximos 12 meses, es que haya escasez de capital accesible para las empresas. Y es aquí donde el capital privado de las Oficinas Familiares entrará al quite pues será una alternativa para la financiación de muchas empresas, además de verse menos vulnerables a los efectos de los mercados públicos”, precísa Rodrigo Besoy Sánchez.

El asesor financiero adelanta que es muy posible que, incluso haya fusiones o inversiones conjuntas entre Oficinas Familiares con objetivos en común, para invertir e innovar conjuntamente, lo que beneficiará su presencia y expansión geográfica y también les permitirá tener acceso a sectores o inversiones en los que en años anteriores habría sido difícil entrar.

“Lo vimos en 2010 después de la crisis financiera, algunas de las Oficinas Familiares más avanzadas, fueron las que apostaron por proyectos disruptivos como Facebook, Uber, Airbnb, Spotify o Twitter. Al elegir el sector de la tecnología para hacer inversiones, abrieron paso a una nueva ola de empresas que marcaron otro rumbo para los negocios y la forma de vida y consumo”.

“El panorama actual apunta a que será el mismo escenario y serán las Oficinas Familiares las que sustenten la innovación entre startups que en un futuro se convertirán en las empresas de mayor rendimiento, presencia y potencial”, puntualiza Besoy Sánchez.