Aunque durante muchos años se ha creído que son únicamente quienes cuentan con un capital amplio, los que tienen acceso a inversiones inmobiliarias, el especialista y asesor financiero Rodrigo Besoy Sanchez precisa que es una idea equivocada y que por el contrario, lo que ha vuelto redituable a dicho sector y quienes lo integran son las inversiones inteligentes.

«Hasta 2019, alrededor del 50 por ciento de la población mundial tenía la creencia de que si no tenían gran capital o ahorros, la inversión inmobiliaria era una opción prácticamente inexistente, de acuerdo con datos de BlackRock Global Investor Pulse (GIP), una de las firmas asesoras en inversiones más reconocidas en el mundo”, cuenta Besoy Sánchez.

 “A pesar del contexto en el que vivimos, esa creencia comienza a ser refutada gracias a la educación e información financiera a la que cada vez más personas tienen acceso. Lo cierto es que para invertir en inmuebles o bienes raíces deben tenerse claros factores determinantes cómo los objetivos a los que se quieren llegar y a qué velocidad se busca recuperar el capital, que es a lo que llamamos inversiones inteligentes”, detalla el especialista.  

Para México, el sector inmobiliario resulta de gran relevancia pues de él depende el desarrollo económico, la generación de empleos y la inversión de capital.

En nuestro país el parque inmobiliario conformado por todo tipo de inmuebles y de cualquier uso, equivale aproximadamente a 2.7 veces el Producto Interno Bruto (PIB). 

 En ese sentido, Rodrigo Besoy explica que es importante para los inversionistas o para quienes desean incursionar en este ámbito, identificar el tipo de inversión que se alinea a sus objetivos, que empate con el capital que cuentan y pensado en sumarse a un concepto de los existentes. 

 “Existen tres clasificaciones dentro del rubro: microinversionista flipper, inversumidor y microinversionista financiero a largo plazo. Cada uno tiene cualidades distintas, un inversor inteligente también debe contemplar a qué área desea sumarse”, añade el experto.  

El microinversionista flipper se refiere a quien compra una propiedad para revenderla en un plazo no mayor a seis meses. Lo que busca aprovechar es la plusvalía del inmueble con el objetivo de recuperar su inversión y obtener ganancias a corto plazo. 

 En el caso de los inversumidores, son aquellos que compran inmuebles, los habitan o les dan uso y posteriormente identifican en la propiedad una oportunidad para obtener ingresos principalmente a través del arrendamiento, lo que les garantiza ganancia a largo plazo. 

 Finalmente, los microinversionistas financieros a largo plazo, como su nombre lo indica, hacen la adquisición de inmuebles destinados para inquilinos AAA, es decir, ofrecen contratos a largo plazo, lo que les garantiza mantener una plusvalía alta y sostenida mediante el arrendamiento recurrente.

  “En cualquiera de los casos, mi recomendación siempre será que los inversionistas se mantengan muy bien informados del desarrollo del mercado, de cómo se mueven los activos en otros países y las tendencias que en gran medida surgen como indicadores para saber hacia qué opciones es bueno mover el capital”, puntualiza Besoy Sánchez.