México, 5 mayo.- Se ha ganando popularidad en el entorno digital que corresponden a los Token No Fungible (NFT, por sus siglas en inglés), las cuales le merecen incertidumbre, ya que podría ser una burbuja, pero al mismo tiempo podrían significar una mina de oro para el artista que vende. 

Pareciera que el entorno del arte está rompiendo paradigmas. Al día de hoy, cualquier obra de arte puede ser tokenizada para crear un certificado digital de propiedad; sin embargo, se abre la interrogante acerca del valor, ya que una obra alcanza un costo determinado en función de su autenticidad y rareza, pero en el caso de las que se comercializan a través de las NFT, pueden ser duplicadas una y otra vez.

De acuerdo con lo que se conoce hasta ahora sobre los NFT, estos son activos “inimitables” en el entorno digital, que pueden ser comprados y vendidos como cualquier otra propiedad; no obstante, no poseen forma tangible en sí mismos. 

Pongo como ejemplo la pieza de arte que vendió el artista Mike Winkelmann, mejor conocido en el entorno digital como Beeple, la cual alcanzó la suma de 69 millones dólares; sin embargo, la imagen se ha copiado y difundido infinidad de veces. 

“Al caso de Beeple le han seguido muchos otros, de artistas que están vendiendo sus piezas digitales como NFT´s, y a pesar de que los compradores mantienen un certificado que los acredita como propietarios de la obra original, sigue existiendo la posibilidad de que en cualquier momento las tendencias y las reglas del entorno digital cambien, y en ese momento lo que hoy se valúa en millones, tal vez mañana no valga nada”.

Por lo pronto, el mercado de las obras de arte digitales sigue ganando terreno, convirtiéndose en un recurso que a la par de las criptomonedas, espera regir las transacciones del futuro, no sin antes establecer extravagantes vestigios de sus primeros años de uso, y seguirá posicionándose en la medida de que artistas renombrados, galerías de arte, casas de subastas y coleccionistas se vayan adhiriendo a esta nueva tendencia. 

En favor de los NFT puedo decir que, a diferencia de los tokens o las criptomonedas, estos no son divisibles, tampoco se pueden destruir, eliminar o replicar, ya que se encuentran sujetos a los contratos inteligentes de una red de blockchain; el hecho de que se conviertan en la nueva forma que tendrán los artistas para monetizar su arte estará sujeto a los candados y normas que se desarrollen para garantizar la inversión de compradores y la autenticidad de los creadores