México, a 19 de mayo.- Los parámetros económicos e índices del primer trimestre del año, han mejorado en comparación con el cierre del 2020; no obstante, aún parecen lejanas las cifran que decreten una recuperación plena, por lo que el entorno empresarial requiere de llevar a cabo acciones que aseguren el patrimonio de los grupos generadores de empleo y riqueza, con lo cual lucen viables las Oficinas Familiares.

Al día de hoy en materia empresarial, los efectos de la pandemia siguen marcando el desenvolvimiento económico de muchas unidades de negocio, lo que sugeriría que para evitar especulaciones y lidiar con la incertidumbre que generan algunos factores como la inflación, que en México se ha posicionado en 4.6% a tasa anual, lo mejor sería pensar en la instauración de más Oficinas Familiares. 

Nos encontramos en un momento complejo, porque nuestra economía y el clima de negocios no acaba por estabilizarse, incluso parte de nuestro entorno empresarial está sujeto a lo que ocurre con nuestro vecino del norte (Estados Unidos) tanto en sus políticas monetarias como en sus planes de recuperación. 

Asimismo, la situación luce inmejorable para la proliferación de Oficinas Familiares que salvaguarden el patrimonio empresarial y garanticen tanto la rentabilidad como permanencia de las unidades de negocio, porque muchas de estas han resistido a la etapa más inclemente de la pandemia, y con base en estrategias internas bien definidas, han salido adelante logrando subsistir al cierre de otras tantas empresas durante los últimos meses. 

Las Oficinas Familiares como unidades operativas independientes tienen la capacidad no solo de preservar el patrimonio de los grupos familiares que han despuntado tras lo más severo de la pandemia, sino pueden incrementar dicho patrimonio a través de una gestión financiera y fiscal que permita la diversificación del core business

Recordemos que al poner en marcha una Oficina Familiar lo primero que hay que tener en cuenta son los deseos y necesidades del grupo, así como el tamaño y complejidad de los activos y estructura de la o las unidades de negocio. Posteriormente, y tomando en cuenta que actualmente hay factores que influyen en el desenvolvimiento empresarial, lo mejor es definir objetivos claros, alejados de la especulación, y con una estrategia a seguir en la que tampoco influyan factores macroeconómicos externos.

Finalmente, algunas de las ventajas de instaurar una Oficina Familiar yacen en la facilitación de la sucesión de la empresa familiar; aligeran la carga fiscal de los propietarios; profesionaliza la estructura del patrimonio familiar; agiliza la toma de decisiones; diversifica, gestiona y analiza los riesgos derivados de inversiones inmobiliarias en private equality o venture capital; brinda soporte en liquidez a los socios; entre otras.