La próxima generación con alto poder adquisitivo o “next-gens” está ansiosa por tomar las riendas de su riqueza y la mayoría ya muestra un fuerte enfoque en inversiones en tecnología. Sin embargo, pocas Family Offices creen que estén adecuadamente preparadas para la sucesión.

Campden Wealth encuestó a personas con un patrimonio familiar total estimado de 77 mil millones de dólares y un patrimonio medio de 752 millones de dólares por familia y que han asumido recientemente o asumirán en el futuro el control del patrimonio familiar para realizar un estudio llamado «The Next Generation of Wealth Holders in the United States 2022».

Según el estudio, el 85% de las nuevas generaciones afirman estar listas para la sucesión en la empresa familiar, pero existe una clara desconexión entre individuo y empresa, ya que solo el 39% de las Oficinas Familiares reconocen que la próxima generación está adecuadamente preparada.

Al encontrarse en medio de la mayor transferencia de riqueza de la historia, la próxima generación comprende y asume la gravedad de esta importante responsabilidad. Quieren estar a la altura de las expectativas de sus familias y tener un impacto positivo en el mundo.

Más de tres cuartas partes de los encuestados indicaron que les mueve el deseo de diversificarse de las inversiones tradicionales; el 60% de los «next-gens» tiene previsto aumentar su exposición a la inteligencia artificial y la tecnología financiera, mientras que el 53% hará lo mismo en el ámbito de la robótica.

En lo que respecta a las criptomonedas, los activos en este ámbito tienen previsto mantener su compromiso, ya que más de la mitad (57%) está dispuesta a seguir invirtiendo en criptomonedas y el 43% tiene previsto aumentar sus inversiones.

Asimismo, la próxima generación demuestra su apetito de crecimiento y de sacudir la empresa familiar. Una vez que tengan el control, el 24% quiere integrar nuevas tecnologías como blockchain e IA en las operaciones e inversiones.

Los next-gens están rompiendo el molde de la generación de sus padres al abrazar tendencias disruptivas y nuevas tecnologías, pero, a la vez, están siendo reflexivos y medidos con respecto a la inclusión de activos digitales en sus carteras, así como en la sucesión y transferencia de su patrimonio.