Luego de diversos factores disruptivos que ocasionaron la reconfiguración en las estrategias de inversión en las Oficinas Familiares, ahora se presenta otro atributo que empieza a inclinarse hacia los activos digitales, particularmente las criptomonedas, y no es otra cosa sino el cambio generacional lo que ha puesto las miradas en este tipo de activos 

Apenas en 2021, una encuesta de Goldman Sachs reveló que el 60% de las Oficinas Familiares de super ricos, consideraban adquirir criptomonedas; de ese porcentaje un 15% ya tenía exposición a las mismas; además, un 45% buscaba invertir en dicho tipo de activos como cobertura contra una mayor inflación, tipos bajos prolongados y otros acontecimientos macroeconómicos erráticos.  

A decir del especialista, que realiza sus inversiones a través de Fabetri S.A. de C.V., en pleno 2022 la tendencia en la que los miembros más jóvenes de las familias empresariales, los cuales empiezan a tener participación en el negocio, muestran comportamientos más abiertos y desenfadados en lo que corresponde a la toma de decisiones, lo que incluye la conformación de portafolios de inversión. 

Las nuevas generaciones se sienten altamente atraídas por la tecnología y el entorno digital, lo cual no debería ser una novedad; ya que, la misma encuesta de Goldman Sachs plantea que las Oficinas Familiares están convencidas de que el blockchain será un nuevo factor de transformación desde la perspectiva de eficiencia y productividad como en su momento lo fue el internet. 

De igual manera, la necesidad por involucrar a la próxima generación de líderes e inversores de Oficinas Familiares, llevando a cabo óptimos planes de sucesión, ha provocado mayor exposición hacia las criptomonedas, que en algunos casos incluso ha evolucionado hasta apostar por nuevas empresas de criptografía a través de firmas de capital de riesgo. 

De acuerdo con BNY Mellon Wealth Management, el 64% de las Oficinas Familiares considera que las criptomonedas muestran las aspiraciones de la próxima generación de inversores, y esto a decir abre una brecha generacional en los valores sociales y las filosofías de inversión, lo cual podría resultar altamente desafiante. 

Afortunadamente para las organizaciones que están siguiendo esta tendencia, el clima regulatorio con respecto a las criptomonedas se encuentra en constante cambio, garantizando su empleabilidad como vehículo para el almacenaje de riqueza, y ofreciendo el potencial suficiente para alcanzar mayores rendimientos y diversificación de carteras, lo que al final otorgar valor al atrevimiento y visión de las nuevas generaciones.