México, a 19 de abril.- Tras los efectos de la pandemia, el concepto de las inversiones de impacto y sostenibles, forman parte del entorno de las Single Family Offices (SFO), aunque la manera de abordar estos elementos en sus carteras dista de acuerdo a la región en la que se desenvuelven.

Algunas SFO siguen teniendo como meta alinear completamente sus inversiones de impacto y con perspectiva ESG (environmental, social and corporate governance) que invaden sus carteras con sus estándares éticos. 

De acuerdo con el Global Impact Investing Network (GIIN), el mercado de inversión de impacto tiene un valor actual de 715 mil millones de dólares, lo cual se ha forjado porque los inversores (incluidos los SFO) han transmutado de inversiones netamente responsables y sostenibles a incorporar datos ambientales, sociales y de gobernanza. 

De la misma forma, las SFO han encontrado en las inversiones de impacto y sostenibles una herramienta eficaz para fusionar los intereses de diferentes generaciones, definiendo valores intrínsecos a los objetivos y legado de la propia familia, lo que a su vez han materializado en retornos positivos. 

Tal como lo revelan los resultados del informe “Single Family Offices. A view of today and tomorrow” de Credite Suisse, el 49% de las Oficinas Familiares tiene la intención de aumentar sus inversiones sostenibles en los próximos dos a tres años. 

La mentalidad de las SFO hacia las inversiones de impacto y sostenibles, se deriva de una variedad importante de factores, tales como el entorno regulatorio cambiante, los crecientes riesgos financieros asociados a sectores volátiles, el cambio climático, la inflación, entre otros.  

Además, las SFO también han reconocido en la filantropía un catalizador para un cambio, siendo las inversiones de impacto y sostenibles importantes por su objetivo de unificar las estrategias, al tiempo de generar beneficios tangibles. 

Finalmente, subrayo que, las SFO direccionan sus inversiones de impacto y perspectiva ESG hacia temas de Energía Renovable (63%), Salud (61%), Educación (48%), Infraestructura, Alimentación, Medio Ambiente y Biodiversidad, y Agricultura (36% cada uno), como los más destacados, pero no los únicos.