México, a 24 de noviembre.- Ante un escenario errante que dejó la pandemia luego de 18 meses de confinamientos, cierres parciales en las economías nacionales y crisis en varios sectores productivos, las Oficinas Familiares llevan a cabo una reconfiguración estratégica para alcanzar rendimientos superiores a largo plazo, que cumplan con su objetivo primario de preservación del patrimonio.

Las Oficinas Familiares siguen desenvolviéndose bajo las mismas características; un grupo interno de expertos, cuyo propósito es gestionar patrimonio de un único grupo familiar con elevado patrimonio, así como lo correspondiente a inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales, fiscalidad, legal, temas sucesorios, planificación global, etc.  

No obstante, en todas estas funciones se observa un anhelo por mayores rentabilidades, así como una tendencia que apunta a la toma de mayores riesgos al momento de invertir, lo cual será una constante entre las Oficinas Familiares en los siguientes años. 

Asimismo, este comportamiento quedó manifestado en un estudio realizado por Goldman Sachs, el cual estableció que el 80% de Oficinas Familiares alrededor del mundo siguen teniendo como principal objetivo la revalorización del capital para transferir la riqueza a la próxima generación, pero con la particularidad de tener mayor exposición a las inversiones alternativas, incluidas las que abordan temas de sostenibilidad y nuevas clases de activos. 

A pesar de lo que pudiera creerse, las Oficinas Familiares siguen creciendo en número y tamaño, y también lo hacen en cuanto a sofisticación; sin embargo, existen notables formas de desenvolvimiento entre estas dependiendo la región en la que se encuentran.  

Por ejemplo, las Oficinas Familiares en Asia ponen mayor atención a la diversificación de la riqueza o la exposición de las carteras; además, se centran menos en el desarrollo y/o la adquisición de empresas en funcionamiento, a diferencia de las existentes en América. 

Por otro lado, lo que respecta a las inversiones, un informe elaborado por Deloitte y Family Office Managers Meetings (FOMM) establece que se mantiene la concentración en el mercado inmobiliario en un 44%, seguido de los activos financieros en 32%. Otro elemento a considerar es la evolución que están experimentando algunas Oficinas Familiares, las cuales están migrando hacia el esquema Multi Family Office.