El estudio mundial de UBS ha desmentido la desaparición de la gestión activa de activos, revelando las estrategias de las Family Offices unifamiliares (SFO por sus siglas en inglés) en todo el mundo. El aumento de la inflación y los tipos de interés ha llevado a un cambio en la mentalidad de los inversores.

Los resultados de esta investigación revelan una tendencia creciente hacia las carteras equilibradas y la gestión activa. Muchas SFO están ampliando sus inversiones para incluir opciones de renta fija, y el 37 % elige bonos de alta calidad y corta duración como forma de proteger su patrimonio, generar rendimiento y aumentar capital.

Este aumento en la exposición a la renta fija es el resultado de una reasignación general de varias clases de activos. Las Family Offices unifamiliares encuestadas prevén una mayor asignación a activos de riesgo en los próximos cinco años, con un aumento del 34% en la asignación a renta variable de mercados emergentes. Esto se impulsa por la debilidad del dólar y la reapertura de la economía china.

El estudio ofrece una valiosa visión de las preocupaciones y estrategias de las SFO, un sector que antes era subestimado en la industria de servicios financieros. Conscientes de su potencial, bancos como UBS están adaptando sus servicios para satisfacer las necesidades específicas de los clientes de Family Offices.

Con un patrimonio neto promedio de 2.200 millones de dólares, las SFO siguen diversificando sus carteras a través de inversiones alternativas. Las asignaciones a fondos de cobertura han aumentado del 4% al 7%, mientras que las asignaciones directas a capital privado han disminuido cuatro puntos porcentuales.

El renovado interés en la gestión activa coincide con argumentos previos de expertos del sector. Las Family Offices confían cada vez más en la selección de gestores de inversión y en la gestión operativa para mejorar la diversificación, lo que destaca la importancia de la gestión activa.

Las SFO confían en la capacidad de los hedge funds para generar rendimientos en medio de los cambios en la política monetaria y la incertidumbre macroeconómica. Aproximadamente el 73% de las oficinas encuestadas cree que estos fondos alcanzarán o superarán sus objetivos de rendimiento en los próximos 12 meses.

En los próximos cinco años, el 41% de las SFO planea aumentar sus inversiones directas en capital riesgo. Aunque puede haber una disminución en 2023, esto se compensa con una mayor asignación a fondos de capital riesgo, deuda privada e infraestructuras. Las SFO prefieren invertir a través de fondos, ya que proporcionan diversificación y acceso a mercados en los que puede faltar experiencia interna.

Asimismo, el especialista en inversiones mencionó que se esperan oportunidades de valor, puesto que el 45% de las SFO planea asignar en exceso sus carteras al mercado secundario de capital riesgo.

Esto se debe a que los inversores institucionales reequilibrarán sus carteras después de las caídas en los mercados públicos, mientras que las salidas a bolsa siguen siendo difíciles.

Las preocupaciones geopolíticas, como la invasión rusa en Ucrania y las tensiones en torno a China y Taiwán, han superado a las preocupaciones sobre la inflación. Además, la incertidumbre en las economías desarrolladas y el endurecimiento de las condiciones de préstamo contribuyen a la prudencia en el mercado entre las SFO.