Las inversiones de impacto social han demostrado que un modelo empresarial financieramente sostenible puede lograr un impacto mayor que la filantropía, dada su capacidad de ampliación. Invertir directamente en arte ofrece a las familias con patrimonios elevados una oportunidad de maximizar su impacto social.

“Los museos privados se están creando a un ritmo extraordinario, y para muchas familias coleccionistas donar se ha convertido en sinónimo de invertir”

Con sus colecciones como núcleo y con sus misiones de responsabilidad cívica y construcción de comunidad, estas familias pueden hacer una contribución significativa a la preservación del patrimonio cultural y la diversidad.

“La inversión directa en arte y negocios relacionados con el arte puede ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y conocimiento del mercado mundial del arte a los miembros de la familia y generaciones futuras”.

Asimismo, dijo que ofrecen un margen de rentabilidad financiera que las oficinas familiares pueden aprovechar para obtener altos rendimientos potenciales, respondiendo a la escasez de capital en el mercado del arte y operaciones de financiación de obras de arte. 

Estas empresas pueden proporcionar a los corredores de arte, las casas de subastas y otras entidades del mercado los recursos necesarios para realizar inversiones oportunas allí donde los bancos tradicionales, poco familiarizados con las prácticas y la dinámica del mundo del arte, imponen condiciones prohibitivas.

A diferencia de las empresas de capital riesgo, las oficinas familiares pueden ser muy ágiles y flexibles, y esa flexibilidad puede traducirse en inversiones oportunistas en arte y empresas relacionadas con el arte.